Nos enseñaron tanto los posibles peligros que pueden pasarnos en la cocina o en el baño, como qué hacer en caso de un posible incendio.
Y después de la charla, pasamos a practicar cómo actuar cuando hay un incendio, que además de fuego, también produce humo, igual de peligroso que las llamas, agachándonos y rodando como una croqueta en caso de que la ropa nos ardiera. También hay que seguir las señales.
Afortunadamente, ¡ninguno resultó herido!
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